
Viajar a Fez con los 5 (+1) sentidos
Siempre he pensado que los viajes agudizan los sentidos. Al cambiar de ciudad, de país, de nuestro entorno habitual, empezamos a desarrollar una alta capacidad para conectar con nuestro alrededor, para mimetizarnos e integrarnos de una forma distinta a lo que lo hacemos cuando estamos en un ambiente conocido.
Y aunque siempre me había rondado esa idea, no ha sido hasta que he conocido Fez que lo he visto del todo claro. Los olores, los sabores, la sensación de estar en otra ciudad,… todo ha sido mucho más intenso en este viaje.

Bienvenidxs a la vibrante y bulliciosa ciudad de Fez, una ciudad que enamora a través de los cinco sentidos.
Índice
VIAJAR A FEZ CON EL OLFATO

Es uno de los sentidos que más se desarrollan en esta ciudad. La comida, las especias, o las curtidurías donde trabajan las pieles, desprenden una mezcla de olores que, aunque en ocasiones puede llegar a ser muy intensa, es muy característica.
Tanto es así que Abdul, guía local de la ciudad desde hace más de 15 años, afirmó saber orientarse por la Medina a través del olor de sus calles.
LA VISTA

La vista es uno de los sentidos que debes tener más activado al moverte por las callejuelas de la Medina. Caballos, burros, bicicletas, personas transportando mercancías, vendedores,… Debes estar atento/a a este caos para evitarte algún que otro susto.
Aun así, te podemos afirmar que tus ojos van a disfrutar de lo lindo ante semejante espectáculo. Y es que Fez enamora. Sus puertas, sus colores, sus mosaicos,… ¡No te van a dejar indiferente!
EL GUSTO

Probablemente sea el sentido más disfrutón. Especias, aromas y picantes se unen en un baile gastronómico.
Podéis empezar por un buen Couscous de cordero o un Tajine de verduras. El pollo al limón también es una muy buena recomendación.
Para los y las amantes de lo dulce, os proponemos probar la Pastille, un tipo de empanada dulce de pollo con canela y azúcar… ¡Riquísima! Solamente por la gastronomía ya merece la pena viajar a Fez.
Después de semejante manjar, un té a la menta para facilitar la digestión.
EL OÍDO

Si es tu primera vez en visitar cualquier país musulmán, este es el sentido que más de va a impactar desde el momento en que pisas el país.
Cinco veces al día, desde los distintos minaretes de las mezquitas, se puede escuchar la llamada al rezo, a la oración.
En ese momento, la mayoría de gente se dirige a las distintas mezquitas para rezar. Una vez finalizado el rezo, se vuelve a la rutina del día a día. Es un momento muy curioso, un cántico muy atrayente.
Si encima tienes la oportunidad de viajar a Fez en época de Ramadán, lo vas a vivir más intensamente. Durante el día las calles están prácticamente desérticas, pero al anochecer, una vez se escucha la llamada que da por finalizado el Ramadán, la gente sale a la calle para celebrarlo. Los mercados abren, la gente se junta para comer y la música y el barullo contrasta con el silencio de las mañanas.
En este enlace encontrarás las fechas del Ramadán en 2020.
VIAJAR A FEZ CON EL TACTO

“Tocad, tocad” nos decía el orgulloso propietario de una tienda de telas en la Medina de Fez. Y no era para menos, las telas con las que se fabrican los pañuelos, pashminas o blusas tienen un tacto tan espectacular que harás sitio en la maleta para llevarte algunos de los productos.
Por otro lado, en el mismo zoco nos encontramos con los trabajadores de la orfebrería, que con mimo y detalle son capaces de elaborar piezas de lo más bonitas. ¡Menudo arte!
Solamente nos quedaría el sexto sentido, el de la intuición. Y algo me dice que sois muchxs lxs que estáis pensando en viajar a Fez… Así que os dejo algunas imágenes para acabar de convenceros:
Para cualquier otra duda sobre viajar a Fez, ¡aquí estoy! ¿Habéis estado? ¡Os leo en los comentarios!

